Las historias tienen el poder de transportar a los niños y niñas a lugares mágicos y emocionantes, mientras que les enseñan algo sobre nuestro mundo y sobre la complejidad humana. En la infancia temprana, nuestros niños y niñas pasan gran parte del tiempo en casa y en la escuela: la inmensidad del mundo comienza a manifestarse poco a poco a través de experiencias nuevas e interacciones con un entorno que está en constante cambio. ¿Cómo podemos ayudar a que nuestros niños procesen la enorme cantidad de información a la que se enfrentan día con día? Sin duda, la literatura es una de las mejores herramientas para cumplir este propósito.
Las historias han existido desde el comienzo de la civilización humana: nuestros antepasados encontraron que la narración es una manera creativa, segura e íntima de transmitir información de generación en generación. Historias como Caperucita Roja, Pedro y el Lobo, Pulgarcito, entre otras, han trascendido porque contienen una dosis de sabiduría humana que sigue resultando relevante en nuestros tiempos. No es lo mismo decirle a una niña o un niño que no debe decir mentiras a contarle la historia de Pedro, un niño que sufrió en carne propia las consecuencias de no decir la verdad. Cuando escuchamos la historia de Pedro, podemos imaginarnos a nosotros mismos en esa situación y reflexionar íntimamente sobre sus acciones. Este ejemplo se traduce a muchos otros escenarios y personajes que con el tiempo han ido adaptándose a las necesidades de la sociedad moderna.
La literatura infantil y juvenil ha evolucionado enormemente y ahora hay miles de historias para adentrarse en temas más contemporáneos como la ecología, la identidad de género, las nuevas modalidades de familia, los avances tecnológicos, entre muchas otras cosas. En este espacio, hemos hablado sobre la importancia de darle a nuestros niños y niñas la oportunidad de interactuar con el mundo sin la mediación de una pantalla con el fin de fomentar un desarrollo creativo y presente con el entorno que les rodea. En gran parte, esto se puede hacer si fomentamos la lectura en nuestros hijos e hijas desde una edad temprana. A fin de seguir reflexionando sobre formas de criar a nuestros niños en el mundo actual, te compartimos algunos de los beneficios que trae consifo la promoción de la literatura en casa:
1. Estimula la imaginación y la creatividad:
La literatura infantil es un portal mágico que transporta a los niños a mundos imaginarios. A través de sus páginas, los pequeños lectores pueden viajar a tierras lejanas, conocer personajes asombrosos y vivir aventuras emocionantes. Esta inmersión en la imaginación fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, habilidades fundamentales para el desarrollo cognitivo.
2. Desarrollo del lenguaje y vocabulario:
La lectura de libros infantiles nutre el lenguaje de los niños. Los autores a menudo utilizan palabras y expresiones que despiertan la curiosidad y enriquecen el vocabulario de los pequeños. La exposición constante a la diversidad de palabras y estructuras gramaticales contribuye al desarrollo de sus habilidades lingüísticas.
3. Fortalece los lazos familiares:
Compartir cuentos antes de dormir se convierte en un precioso ritual que fortalece los vínculos entre padres e hijos. Esta interacción no solo fomenta el amor por la lectura, sino que también crea un espacio para el afecto, la comunicación y el cariño, formando recuerdos especiales que perduran toda la vida.
4. Desarrollo de habilidades sociales y emocionales:
Los libros infantiles a menudo exploran temas emocionales y sociales. Historias de amistad, empatía y resolución de conflictos ayudan a los niños a comprender y manejar sus propias emociones. Los personajes de los libros se convierten en modelos a seguir que inspiran el crecimiento personal.
5. Fomenta la curiosidad y el aprendizaje:
Los niños son naturalmente curiosos, y la literatura infantil alimenta esta curiosidad. Los libros presentan información sobre una variedad de temas de manera accesible y atractiva, promoviendo un amor por el aprendizaje desde una edad temprana.
6. Prepara para la alfabetización:
La familiaridad con los libros y la exposición temprana a la lectura preparan a los niños para el éxito en la alfabetización. Desarrollan habilidades de seguimiento de texto, reconocimiento de letras y comprensión, elementos esenciales para la educación formal.
En resumen, la literatura infantil no es simplemente una colección de historias; es un regalo invaluable que nutre la mente y el corazón de los niños. Los libros diseñados para los y las niñas abren un mundo de posibilidades, despiertan la curiosidad y enriquecen su desarrollo. Alentar a las y los niños a sumergirse en el reino de la literatura es un acto que les brinda un tesoro que llevarán durante toda su vida.
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¡Nos vemos muy pronto!
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